Si cuando era chica me hubieran preguntado si me gustaría contratar a una asesora de imagen, probablemente hubiera preguntado ¿qué es eso? y después hubiera dicho que no.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, y con los años y el paso de la adolescencia, mi interés por la ropa y el estilo creció hasta convertirse en una parte súper importante de mi día a día. Me gusta pasar un tiempo pensando mi outfit antes de salir a la calle, salir a comprar ropa y usar distintos estilos según mi estado de ánimo.
Por eso, cuando mi amiga Tati, maquilladora y asesora de imagen, nos ofreció a mí y a mis otras amigas un servicio de asesoría gratuito (para que ella pudiera practicar), no pude resistir levantar la mano.
Google me tiró esta definición de asesor de imagen:
El asesor de imagen es el que se encarga de hacer un estudio exhaustivo de la persona en cuestión para luego poder recomendarle el vestuario y complementos, peinado, maquillaje o hasta el look completo.Básicamente, lo que Tati hizo fue ver mi tipo de figura, el color de mi piel y pelo y mi estilo personal y, con esa información, ayudarme a definir qué colores me favorecen, qué prendas puedo usar para resaltar mi estilo y cómo combinar outfits para verme lo mejor posible.
Si bien los tips y consejos que me dio van a variar para cada persona (porque cada cuerpo es diferente), voy a compartir acá las cosas que ella me dijo resultaban mejores para mí.