¡¡Estoy de vuelta!!
Anduve muy, muuuy lejos de mi casa. A 3000 kilómetros de Córdoba, para ser exactos.
Fui con mi novio a conocer lo (casi) más austral de mi país: El Calafate, Santa Cruz.
Una semana fue suficiente para que nos enamoremos de todo lo que vimos. Los paisajes, el pueblo, las comidas, la gente... Todo fue increíble, desde el primer día hasta el último.
Fui preparada: compré una cámara réflex justo antes de viajar, una Nikon D3100, para poder documentar el viaje como se debe. En otro post voy a hablar sobre ella y sobre la otra cámara que me acompañó.
Sin más cháchara (?), paso a contarles en detalle cómo fue cada uno de nuestros días en la Patagonia Argentina. 💙
Recuerden hacer click en las fotos para verlas en tamaño grande
MI PRIMER VIAJE EN AVIÓN

No duró mucho, sólo 3 horas (lo mismo que demoro en llegar en auto a Traslasierra, lugar donde vacacioné toda mi vida) y fue bastante... Interesante.
La sensación que te provoca al despegar, como si te marearas, es flasherísima. El vuelo fue tranquilo, sólo tuvimos una pequeña turbulencia que me recordó a los colectivos por las calles de la ciudad, así que nada muy sorprendente.
Lo primero que vimos al llegar. ↓
El lugar donde nos hospedamos se llama Jardín de los presentes y es un apart hotel. En realidad, nosotros nos quedamos dentro del complejo, pero no en una habitación del hotel sino en un pequeño monoambiente separado del edificio principal. Lo encontramos vía AirBNB.
Si bien el monoambiente era pequeño y no tenía muchas comodidades, lo hicimos nuestro hogar por los próximos días.